Protegen la flora intestinal
Gracias a su alto contenido en mucílagos, tomar algas es una gran opción para proteger la mucosa gástrica. Regulan las funciones propias del intestino grueso. Además, ablandan las fibras de otros alimentos para favorecer su digestión.
Regulan el tránsito intestinal
Uno de los principales beneficios de las algas para la salud tiene que ver con el tránsito intestinal. Son muy ricas en fibra, de forma que son un alimento estupendo para evitar enfermedades como el estreñimiento.
Depuran el organismo
Las algas son una fuente rica en ácido algínico, así que favorecen la eliminación de toxinas.
Aumentan la sensación de saciedad
Cuando las algas entran en contacto con el agua aumentan de tamaño. Por ello, se utilizan mucho en dietas de pérdida de peso, hipocalóricas. Aumentan la sensación de saciedad, incitando así a comer menos y evitar los temidos «atracones».
Regulan la hormona tiroidea
Las algas son ricas en yodo, así que regulan el adecuado funcionamiento de la glándula tiroides. Esta glándula es una de las más importantes para el buen funcionamiento del organismo ya que se encarga del equilibrio del sistema hormonal y metabólico.
Además
Cuidan la vista
Otro de los grandes beneficios de las algas para la salud es que son muy buenas para la vista. Tienen un alto contenido en vitamina A, así que son un alimento 100 % recomendable para evitar enfermedades visuales.
Luchan contra la hipertensión
Y, por último, las algas son muy beneficiosas para controlar la hipertensión, una enfermedad muy común en adultos. Las algas son ricas en sodio, así que evitan el consumo excesivo de sal de mesa para condimentar los platos.